Canal YouTube PantallasAigas

lunes, 19 de abril de 2010

'Hay adolescentes que duermen con su teléfono para no perderse ningún SMS'

La abogada estadounidense Parry Aftab, que visitará San Sebastián el próximo mes de Mayo para participar en el Congreso Ciudadanía Digital, concedió esta semana una entrevista a Diario Vasco. Extraemos de la misma algunas de las declaraciones más interesantes de esta experta en seguridad de los menores en Internet, y que dirige WiredSafety.org, una ONG pionera en este área y que cuenta con 11.000 voluntarios en 76 países:


Los jóvenes están utilizando sus teléfonos móviles para cientos de cosas pero principalmente para relacionarse entre ellos. Entran en internet, se mandan mensajes, actualizan sus perfiles de Facebook o Tuenti, pero también se mandan fotos con contenido sexual. El problema es que los padres no ven lo que sus hijos están haciendo con sus móviles, sus ordenadores o sus videoconsolas. (...) ahora hay peligros que no conocemos, los padres no conocen lo suficiente sobre nuevas tecnologías como para ayudar a sus hijos a estar protegidos.

(...)

Los jóvenes pueden hacerse daño a sí mismos simplemente escribiendo en Facebook algo que luego pueda arruinar su día, su semana o el curso entero. También pueden hacerse daño entre ellos y por supuesto pueden ser molestados por terceras personas. (...) En el caso del cyberbullyng es difícil saber cuándo pasa esa línea en la que deja de ser un mensaje molesto y pasa a ser una amenaza real y se convierte en algo criminal.

(...)

Últimamente se está dando mucho algo que podría llamase abuso [maltrato] digital': parejas demasiado celosas que quieren saber en todo momento dónde estás, con quién estás, con quién te intercambias mensajes, quién te llama. (...) las nuevas tecnologías están tomando un papel muy importante en las relaciones [de pareja]. Ahora es muy fácil espiar a tu pareja y hay ciertas acciones que pueden derivar en una falta de intimidad.

(...)

está aumentando el riesgo de enfermedades mentales en los jóvenes. Están siempre conectados a sus dispositivos y están sufriendo un nivel muy alto de estrés. ¿He recibido un mensaje? ¿Lo he respondido lo suficientemente rápido? En Estados Unidos, un 24% de los jóvenes duerme con el móvil al lado para no perderse ni un mensaje. Eso quiere decir que están perdiendo horas de sueño con lo que esto conlleva en el desarrollo físico y psicológico de los adolescentes.

(...)

Lo mejor que pueden hacer es hablar con sus hijos, conocerlos, formar parte de sus vidas. (...) Es necesario pasar tiempo juntos, como familia. Probablemente la mejor arma para luchar contra las amenazas en la Red sea una buena cena en familia. (...) cuanto más cercano estés a tus hijos, más fácil te resultará protegerlos de los riesgos que hay en la red. Lo que no hay que hacer es espiarles. Si creen que les están espiando lo que hacen, no van a confiar en ti cuando tengan un problema.

También es importante que los padres pongan las normas porque si no tienen unas normas que cumplir, se las van a saltar. Hay que dejarles bien claro que no pueden enviar o recibir mensajes por la noche, que no pueden llevar el móvil a clase o navegar por la red cómo y cuándo quieran, que tienen que enseñarte todo lo que se descargan. Al final es igual que en la vida real, tú dices a tus hijos qué es lo que está bien y lo que está mal y si tienes una buena relación con ellos, te harán caso.




Fuente: Diario Vasco

miércoles, 7 de abril de 2010

Acosaron a una adolescente físicamente y por SMS hasta que se suicidó

Ayer martes comenzó en Massachusetts el juicio contra nueve adolescentes (siete de ellos, chicas) que supuestamente acosaron y maltrataron física, psicológicamente y a través de móviles y de Internet a una compañera de escuela, inmigrante irlandesa. Phoebe Prince, de 15 años, fue acosada, humillada y agredida durante tres meses por algunos compañeros del instituto hasta que no pudo aguantarlo más y se suicidó ahorcándose. El acoso, de hecho siguió online tras su muerte.

Seis de los acusados serán juzgados como adultos y, en caso de ser hallados culpables, podrían pasar el resto de su vida en la cárcel. Se trata de la primera vez en Estados Unidos que la Fiscalía del Estado lleva adelante un caso de bullying. Varios de los acusados han sido expulsados de la escuela, aunque la mayoría de ellos hace pocos días, cuando las acusaciones se hicieron públicas.

Lo que muchos padres y algunos medios de comunicación encuentran especialmente alarmante es que varios profesores y personal del colegio supieran lo que estaba pasando, sin tomar medidas que evitasen el trágico desenlace. En dos ocasiones la madre de Phoebe se dirigió a la escuela en busca de ayuda, informando del maltrato al que era sometida su hija y expresando su miedo a que pudiera ocurrir algo a su hija. Sin embargo, en los dos casos le dijeron que no había motivo para preocuparse.

El grupo de adolescentes que se sentará en el banquillo la insultaba a voces en los pasillos del colegio, en la biblioteca, en la cafetería o en el camino de vuelta a casa. Le llamaban día tras día puta irlandesa y zorra, la empujaban, le tiraban cosas, le quitaban los libros de la mano y le mandaban mensajes de SMS con amenazas. El último día de su vida Phoebe fue llorando a la enfermería por la mañana. Después fue agredida en el pasillo y al marcharse a casa le arrojaron una lata.

Los responsables del colegio siguen desempeñando sus funciones y han rechazado categóricamente toda exigencia de dimisión.

Fuente: El Mundo