De aprobarse, la ley obligaría además a “toda compañía, empresa o persona dedicada a la venta, distribución o mercadeo de aparatos electrónicos de comunicación a advertir sobre el alcance de esta ley” en las campañas publicitarias, el empaque de los productos así como en los contratos.
Dicha legislación pretende atajar el problema sólo con respecto a los menores de edad, porque la conducta de los adultos en estos temas ya está regulada en el Código Penal de Puerto Rico, según alegó su promotor.
Modesta penetración de la telefonía móvil
En Puerto Rico hay actualmente 2,6 millones de suscriptores de telefonía móvil, seis proveedores y una tasa de penetración (67%) bastante más baja que la de Estados Unidos (89%). En 2008 se envió un billón de mensajes de texto, cifra que continúa en ascenso. Estudios que recogen datos del 2008-2009 apuntan a que el promedio de mensajes de texto diarios que envía un joven en países con mayor penetración como Estados Unidos puede ascender a 150.
De vuelta al telegrama
A mayor tecnología, menor comunicación. Ése ha venido a ser uno de los cuestionamientos más importantes que se les hacen a diario a las nuevas formas de comunicarse. La mensajería de texto de algún modo parece llevarnos al origen de las telecomunicaciones, que consistían en mensajes breves y precisos.
“Cada revolución tecnológica cambia el sujeto social. Estamos ante un nuevo ciudadano. Esa fiebre de textear en lugar de llamar tiene que ver con esa soledad contradictoria del sujeto social, que hoy día tiene una comunicación más rápida pero más distante”, opinó el profesor de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico y experto en medios, Héctor Sepúlveda.
Fuentes: El Nuevo Día y Primera Hora.
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