Las nuevas tecnologías, entre ellas el teléfono móvil, han facilitado que los menores estén más expuestos al peligro de acosadores y explotadores. El riesgo aumenta, naturalmente si el menor ha hecho de las nuevas tecnologías su único espacio vital.
las nuevas tecnologías han contribuido a que un gran numero de imágenes pornográficas de niños sean más prolíficas y que los pedófilos tengan la facilidad de abusar de los jóvenes en tiempo real usando cámaras web, por ejemplo. Aquellos que consumen imágenes pornográficas de niños extienden la explotación de niños al crear una gran demanda por más imágenes.
Los abusadores comparten información sobre lugares donde los niños están a fácil alcance para ser explotados en internet. También pueden escapar fácilmente de ser aprendidos usando varios tipos de tecnología diferentes, como archivos con códigos indescifrables, esto les ayuda a estar un paso delante de la justicia, este tipo de casos todavía son un gran reto para nosotros.
Otra área donde hay innovación está ligada al consumismo, como el fenómeno de enjokosai, o “citas por compensación”, un fenómeno que se inició en el Japón de los 90s donde los adultos usan sus teléfonos móviles para solicitar “citas” y sexo con menores. También se conocen casos de este tipo en Tailandia, Filipinas, China, Corea del Sur y Singapur, donde los niños de clases medias y altas permiten su explotación a cambio de dinero para comprar bienes de consumo que sienten son necesarios. Estos niños son vulnerables a tener daños físicos y psicológicos, se presentan casos de niños que han sido maltratados físicamente, golpeados, violados, amenazados y hasta asesinados por adultos.
Fuente: blog.stopx.org
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